La Anciana
El fiscal de un pequeño pueblo llamó a su primer testigo en el juicio, la mujer más anciana del pueblo.
Cuando ella subió al estrado, el fiscal se acercó y le preguntó:
" Señora Miranda, ¿ usted me conoce ? "
La viejecita le respondió:
" Claro que lo conozco, Sr. López. Desde que era usted un chiquillo. Y, francamente, usted me a decepcionado. Usted miente, engaña a su esposa, manipula a la gente y habla a sus espaldas. Usted se cree la gran cosa, cuando todo el mundo sabe que no tiene el cerebro para pasar de ser un pelagatos en toda su vida. Claro que lo conozco. "
El fiscal estaba sin habla. Como no se le ocurría otra cosa, apuntó a través del salón y preguntó: " Señora Miranda, ¿ usted conoce al abogado defensor ?"
" Claro que sí. Conozco al Sr. Gutiérrez desde que era un bebé. Yo solía servir de niñera para sus padres. Y él también ha sido una verdadera decepción para mí.
Es un holgazán, un mañoso y tiene problemas con la bebida.
No puede relacionarse con nadie, y su bufete es uno de los peores de todo el estado. Vaya que si lo conozco. "
En este momento el juez pidió silencio en la sala y llamó a los dos abogados a su escritorio.
Con voz muy baja, les advirtió:
" ¡ Si cualquiera de ustedes se atreve a preguntar a la testigo que si me conoce lo mando a la cárcel de inmediato !".
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