Los testes de Sebastián
Esto que os voy a contar
hace siglos que ocurrió.
En Talavera de la Reina
cuando Carolo reinó.
Y digo de esta manera
la historia de un ""sucedío ""
entre las mieses y eras
del soto de Entrambosríos.
Un mozo muy rozangante,
trabajador jornalero,
muy galán y algo tunante,
con afición de torero.
Ha requerido de amores,
ni siquiera lo pensaba,
a la honrada de Dolores,
mujer que está bien casada.
Francisco que es su marido,
hombre de mucha templanza,
urde en silencio ofendido
cómo será su venganza.
Duerme el gansón confiado
en las mieses emparvadas,
Francisco se le ha acercado
con las manos apretadas.
De pronto siente un dolor,
pues aprisionan sus partes
y mudásele la color
por las fuerzas contrincantes.
¡ Nuestra Señora del Prado !
¡ Virgen del Divino Amor !
Qué martirio, qué suplicio,
cuánta angustia y desazón.
Quince días en la cama
el mozo no ha mejorado
se mueve con desgana
de tenerlo amoratado.
Viendo su prima Lorenza
al Sebastián compungido,
farfulla con aspereza;
denunciaré al forajido.
Da un manotazo en la mesa
y se pone a cavilar,
oprimir así a la " presa ",
por Dios que lo va a pagar.
Que avisen al corregidor,
pues tanto le ha retorcido
y tan grande fue el dolor
que privóle del sentido.
Que llamen al cirujano
y registre a Sebastian,
y al ver todo tan hinchado
y tan mustio al perillán.
Emplastes le ha recetado
y yerba medicinal
y si no queda curado
ha de pasarlo muy mal.
Mandan presto al alguacil
a prender al denunciado
de inferir cosa tan vil,
que le traigan al estrado.
Ya curado es Sebastián,
ya canta con voz aflautada,
de Talavera y su tierra
la pareja es desterrada.
No hay que ser imprudente,
aprended la moraleja
que va diciendo a la gente,
y en esto es muy " avanzá " ;
"" Tienes los testes más grandes
que el mocito Sebastián "" .
Texto: Rafael Gómez Díaz.
FOTO - TITO
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