El Perro y el Toro
Da mil vueltas ladrando, y da mil vueltas
bramando, el perro y toro, cual sucede
al galgo y liebre cuando corre y huye,
que marros ella da, más dale mate.
Así sucede aquí, que de la oreja
trabó con tal coraje y tanta rabia
al toro, el fuerte alano, que de un sitio
no le dejó mover en cuarto y medio.
Ocasión que la gente se atreviese
a llegar a tocarle cuernos y cola,
si bien en cuatro coces hirió a cuatro.
El alano aflojó, libróse el toro
no solo de sus dientes, mas del vulgo,
pues viendo una barrera no muy alta
por ella dando un brinco dejó el coso
y no fue en irse poco venturoso.
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Cuando, como el alano que a hacer presa
en los bueyes le enseña el carnicero,
las humildes orejas me atraviesa.
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Dados a perros en fin
fueron, con ser de Jarama,
pues los dogos con sus llaves
la hacen con todos cerrada.
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Foto de TITO.
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Ultimamente sueltan alanos que, haciendo presa en ellos, los sujetan y rinden…
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En tres capítulos del “Libro de la Montería” de Alfonso XI de Castilla, El Justiciero (1311-1350), publicado en 1582 por Argote de Molina (1549-1596), se hace referencia a la caza de toros salvajes con perros, durante el siglo XVI, y al describir unas fiestas de toros dice:”
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